marca que no sólo atraiga, sino que también retenga el talento humano (Sandeepanie et al., 2023).
Esta herramienta, según Jara, Asmat, Alberca, & Medina (2018), resulta efectiva para abordar
desafíos de contratación, retención, y también contribuye a la motivación de los empleados, más aún
cuando, las redes sociales se han convertido en un canal clave de comunicación con la generación Z,
también fortalece, la imagen y reputación de las organizaciones (López-Rodríguez et al., 2024).
La marca empleadora tiene crecimiento en redes sociales, siendo atractivo para mejorar la
relación con empleados, pues aumenta la afinidad hacia empleadores, debido al efecto positivo en las
asociaciones de marca (Ewing, Rita, & O’Neil, 2019). La imagen de las organizaciones se asocia con
lo que se quiere presentar ante empleados potenciales, pues se pretende ser foco de atención para
ellos. Esta estrategia, no solo, ayuda a cumplir los objetivos organizacionales, sino que a su vez
mejora la relación con empleados y fortalece la percepción de la marca en un mercado altamente
competitivo (Saini, 2023). El impacto de la reputación de una organización estará en dependencia de
la disponibilidad de información en redes sociales, puesto que, los jóvenes de la generación “Z” las
utilizan como fuente primaria de información, y dependerá de ello en gran parte, si aplican al empleo.
Tumasjan et al., (2020) menciona que, el concepto de marca empleadora, se centra en la orientación
que tiene la empresa con los resultados de contratación, así como, el rendimiento y satisfacción en el
proceso de selección. Estos programas buscan mejorar el conocimiento de los postulantes sobre la
organización, identificando tres herramientas clave: segmentar por grupos objetivos; propuesta de
valor diferenciadora; y uso de canales de comunicación correctos.
La orientación hacia marca empleadora presenta un enfoque innovador y significativo que
afecta el rendimiento del talento humano en las organizaciones, pues, no solo se centra en actitudes
y percepciones de las organizaciones hacia solicitantes sino también percepción hacia empresas como
empleadores ideales, tal como lo indican (Kroll, Nuesch y Niels Foege, 2021). Es razonable entonces,
que las empresas hayan tenido que ajustar su enfoque de marca empleadora en época de pandemia de
COVID-19 y posterior a ella, debido a los efectos contextuales que tuvo. Los resultados del estudio
de Kucherov et al, (2022) indican que la disminución de inversiones en marca empleadora influye en
la relación entre la orientación de la marca y el rendimiento de contratación.
Toni Gimeno, fundador y director de Marketing de Talent Clue, establece una guía de EB
digital, conceptos clasificados como el “ABC”, entre los que constan:
• Ser transparente y leal. - resultado de la sinergia del talento humano y el marketing, pues no
es ético engañar a los empleados sobre la verdadera naturaleza de su marca. El EB no puede
aparentar una fachada, por el contrario, debe tener una base sólida. Cuanto más transparente
y honesta sea una organización, más gente la verá como un buen lugar para trabajar, puesto
que parte de la estrategia implica definir valores que la diferencien de la competencia, desde
cómo operan hasta cómo interactúan en el entorno.
• Brindar importancia al talento. – lo más importante de una organización son sus empleados.
Para que sus objetivos sean exitosos, debe atraer talento adecuado para cada puesto, además
satisfacer sus necesidades, al proporcionar información confiable sobre beneficios, salario,
compensación y otros factores relevantes.
• Dar voz a los empleados. - los empleados son la principal fuente de información ya que
comparten sus experiencias de trabajo y dan una reputación de la empresa a los demás en su
entorno. La organización debe proporcionar todo tipo de beneficios, creando un mejor
ambiente de trabajo y fomentando buen liderazgo.
• Usar las redes sociales. – son un canal directo para comunicar los valores corporativos. El
objetivo es describir el día a día de la empresa, premios que ha obtenido, eventos que